viernes, 29 de abril de 2016

LEVANTANDO NUESTROS JOVENES EN LA FE PENTECOSTAL (Parte 1)


Juan el adolescente. Juan el adolescente alegremente asiste la ‘Buena Iglesia de Dios’ donde sus padres y abuelos son miembros y han asistido por varios años. Juan esta muy envuelto en su Iglesia: canta en el coro de adoración, no se pierde los eventos y cultos de jóvenes, y asiste a los campamentos de la Iglesia de Dios. Pero, a pesar de todo esto, Juan no se esta desarrollando para ser un adulto Pentecostal. A Juan no le interesa el bautismo en el Espíritu Santo, nunca ha observado las ordenanzas de la Iglesia: Bautismo en aguas, La cena del Señor, y el lavatorio de los pies. Le molesta compartir su fe Cristiana con sus amigos. Aquí esta el reto para la Iglesia de Dios: Criar, levantar o desarrollar a nuestros jóvenes en una Fe Pentecostal que verdaderamente sea vibrante, fresca y viviente.

Paradigma Pentecostal. Después de contemplar varias formas diferentes en la cual uno puede tratar con este tema “Levantando Nuestros jóvenes en la Fe Pentecostal”, esta conversación intentara una forma limitada y permitirá la reflexión, resaltando las áreas que son compartidas por Cheryl Johns en su obra “El Paradigma Pentecostal.” Este capitulo tendrá un ‘dialogo’ con la teología de Johns que trata con la formación Pentecostal, y seguirá varios de los temas que son presentados en la obra de Seymour y Miler titulada “Formas diferentes de tratar con la Educación Cristiana.”

Claves para levantar jóvenes en la fe Pentecostal. Basado en el paradigma Pentecostal de Johns, consideremos cuatro elementos clave para levantar a la juventud en un paradgimo Pentecostal. También vamos a considerar cuatro elementos clave para levantar a la juventud en la fe Pentecostal: Objetivo, Contenido, Estudiante, y Maestro. Esta conversación también incluirá el papel del Espíritu Santo en el Discipulado.

La ‘intencionalidad’ de la formación Pentecostal. Un entendimiento constructivo del desarrollo de la juventud en la fe Pentecostal debe de incluir el énfasis de Johns y Westerhoff con relación al papel de la comunidad. Sugiero un esfuerzo intencional dentro de la Iglesia de Dios para desarrollar un ‘Catecismo’ porque es necesario si esperamos tener éxito en nuestro intento de levantar jóvenes en la fe Pentecostal.

Aunque se puede decir que los niños aprenden lo que se ‘enseña’ y lo que se ‘agarra’ (ósea, lo que pueden entender), es posible que los pentecostales no hemos reconocido el tremendo potencial de la formación Pentecostal intencional dentro de nuestra comunidad. En otras palabras, el hecho de que un joven asista la Iglesia de Dios, no lo hace un verdadero Pentecostal. Para ser un joven Pentecostal es necesario ser nutrido, entrenado, recibir mentoría, ser enseñado y discipulado para que tenga un buen entendimiento de su fe.

El objetivo de criar/levantar jóvenes en la fe Pentecostal.

Fe viviente en la Iglesia y en el mundo. El objetivo del paradigma Pentecostal según Johns es promover una Fe Cristiana viva, que se actualice tanto en el mundo como lo es en la Iglesia. El enfoque incluye las escrituras como la palabra revelada de Dios, y la experiencia humana como el contexto en el cual se puede expresar lo que significa ser Cristiano (Johns, pg. 207). Levantar jóvenes en la fe Pentecostal seria de beneficio si uno intenta desarrollar una Iglesia/ministerio Juvenil que busca ser testigo del señor a través de la proclamación del evangelio al mundo.

La evangelización basada en el mandato de las escrituras. Un programa completo para levantar jóvenes en la fe Pentecostal tiene que enfocarse en la evangelización del mundo. Para que el método sea efectivo necesita ampliar el papel del discipulado e incluir el mandato de las escrituras que enseña que la Iglesia tiene que evangelizar al mundo. Se podría adoptar la siguiente declaración: “Queremos aceptar la responsabilidad personal de alcanzar algunos de los no alcanzados del mundo…” (Winter & Hawthorne pg. 826).

El papel del Espíritu Santo. El papel del Espíritu Santo en esta adaptación del modelo del señor Johns es muy importante. Es justo suponer que cualquier comunidad (especialmente la Pentecostal) que no este enfatizando el evangelismo mundial esta descuidando el propósito primario del ministerio y los dones del Espíritu Santo. Hay veces que la comunidad Pentecostal limita el trabajo del Espíritu Santo a solamente una experiencia personal que uno como Cristiano busca por buscar.

¡El bautismo del Espíritu Santo no es un fin en si mismo, sino que es el principio, el comienzo, de un entendimiento especial y poder para proclamar, testificar y EVANGELIZAR! Los Pentecostales tienen que reconocer que el don del Espíritu Santo fue dado para mas que un encuentro breve con el poder de Dios, sino para una unción que mueve al individuo a tener una Fe Cristiana genuina, viva, actualizada y que se comparte con el mundo (Hechos 1:8).

Para ser eficaz en el esfuerzo de levantar jóvenes en la Fe Pentecostal, tenemos que ayudarles a entender que el bautismo en el Espíritu Santo es dado para que ellos puedan tener poder en su escuela, en el equipo de fútbol, o con sus amistades un viernes o sábado en la noche con el propósito de ser testigos de Cristo.

El contenido de levantar jóvenes en la fe Pentecostal.
La norma de las Escrituras en la Fe Pentecostal. En el modelo de Johns, el contenido se describe como una combinación de las escrituras y la experiencia humana. Cualquier intento legítimo de levantar jóvenes en la Fe Pentecostal tiene que recalcar la importancia de la experiencia humana ‘examinada’ a la luz de las escrituras. Cualquier intento de educar en la Fe Cristiana tiene que mantener este precepto claro y enfocado. Sin este enfoque, se le da tierra fértil al establecimiento y desarrollo de las doctrinas falsas y las herejías.

Levantando adolescentes en la palabra de forma creativa. En términos prácticos, la Iglesia de Dios tiene que enseñarles a nuestros jóvenes que la palabra de Dios es LA NORMA sobre la cual nuestra Fe y nuestras creencias son establecidas. Tenemos que enseñarle a los jóvenes, y ayudarles a entender que ser Pentecostal significa vivir una vida de santidad como lo establece Dios en su palabra. ¡Tú no puedes ser un verdadero Pentecostal y vivir como vive el resto del mundo! Levantar jóvenes en la Fe Pentecostal también significa la instrucción fundamental de las Escrituras. Esto no es algo que se logra nada más solamente con la asistencia a la Iglesia todos los domingos. Esto se logra cuando el líder intencionalmente le pasa el manto de la Fe Cristiana al joven de forma clara y de forma que el joven pueda entender. Por ejemplo, considera la enseñanza de las Ordenanzas de la Iglesia de Dios en los estudios Bíblicos como forma creativa y eficaz de enseñar la palabra de Dios.

El poder de hablar la verdad. El otro elemento vital que se comparte en relación al contenido es la idea de testificar. Contar historias y testimonios de las cosas que Dios ha hecho es algo especial en la tradición Pentecostal, y tiene gran valor. La Iglesia Pentecostal esta llena de historias y testimonios que se han escuchado desde la niñez, y han ayudado a muchos a madurar en la Fe Cristiana. Es por esto que parece bien compartir estas historias con el mundo con el mismo entusiasmo que se comparten dentro de la comunidad de Fe.

La prioridad de la gran comisión. Recordando que el contenido es la experiencia siendo evaluada a la luz de las normas de las Escrituras, parece ser imperativo para los Pentecostales enseñar la prioridad de La Gran Comisión en nuestros ministerios juveniles. “Se les Llama ‘Pentecostales’ porque ellos creen que el Espíritu Santo vendrá sobre los creyentes hoy, de la misma forma en la cual vino a los discípulos que esperaban en el día de Pentecostes” (McClung, pg 83). Por este énfasis en el Paradigma Pentecostal sobre las Escrituras, debemos de abrazar y exhortar el enpoderamiento del creyente para ser testigos (Hechos 1:5-8). ¡Este punto de vista de la importancia de las Escrituras parece que una vez más identifica la necesidad de enseñarles a nuestros jóvenes sobre el poder del Espíritu Santo para hacer de nosotros y de ellos testigos al nivel mundial!

                                                             Por B. Randall Parris

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