jueves, 5 de agosto de 2021

Confianza en las armas vs confianza en Dios.

 


Lucas 22:24-53 Nos presenta los dilemas de la espiritualidad que tuvo que afrontar Jesús y sus discípulos en un contexto de peligro para sus vidas y qué decisión tomar cuando se ven abocados ante la situación imperante de injusticia por parte de los romanos quienes eran un agente de desplazamiento y expropiación a campesinos de la época que les tocó migrar y otros que al quedar sin nada y les fuera arrebatado lo poco que tenían, no les quedo más que tomar las armas con las manos que un día empuñaban el arado para hacer producir la tierra.

A partir de esa reflexión se puede proponer una relectura detallada con el conflicto colombiano dando una mirada a esas clases sociales invisibilizadas y marginadas por un sistema que les arrebata lo poco que han tenido y conseguido obligando a muchos a migrar y a otros a tomar las armas como un mecanismo de defensa y autoprotección de la vida. Es el mirar con otros ojos la violencia que ha dejado nuestro país desde los ojos de la narrativa lucana y descubrir las necesidades de los que también son víctimas, pero rotulados como malhechores “Zelotes” al igual que en Lucas.   

Así mismo, Lucas hace una descripción de los discípulos de Jesús en los cuales había también un zelote y como en momentos de peligro se puede ver tentada la espiritualidad a tomar decisiones por las armas o por una salida de paz. Lo cual nos permite plantear el siguiente interrogante ¿con qué espíritu enfrentar la violencia? Según la narrativa lucana podemos observar cómo se presenta la dualidad en la que se vieron confrontados los discípulos y qué decisión tomar. Confianza en las armas vs confianza en Dios, en la cual se propone que la mejor salida no es las armas. Proponiendo la oración como un recurso para volver al camino correcto y una espiritualidad que lleva a la paz en momentos de tomar decisiones históricas. Desechando así el camino de la venganza por el bienestar comunitario. Conviene subrayar que la espiritualidad debe buscar visibilizar a las víctimas y sus denuncias por justicia, aunque sean confundidas con un extremo del conflicto. 

Por último, el dilema a enfrentar es seguir el espíritu de la vida o el que conduce a la muerte que aparece mimetizado como vida. Por consiguiente, es necesario seguir el ejemplo de Jesús quien nos muestra como su espiritualidad lo llevo a seguir el camino de la no violencia y la búsqueda de la justicia. Que en última debe ser la praxis de todo seguidor de Jesús.


Obispo 

Samuel Montes.