- Es bueno
conocer a tus jóvenes por nombre. Cuando los llames, usa su nombre. (aun un
apodo que le pongas es Bueno si no es ofensivo).
- Envíele
tarjetas de cumpleaños, cartas de saludos, y llámelos por teléfono de vez
en cuando para ver como están.
- Saque
tiempo para orar por ellos, individualmente, y déjale saber que estas
orando por ellos.
- Es Bueno
sacar tiempo para ir a sus actividades escolares, y diferentes eventos de su
vida: juegos deportivos si pertenecen a un equipo, quinceañeros, etc. (si
es importante para ellos, entonces debe de ser importante para ti).
- Saca
tiempo para hablar con ellos cuando te lo pidan.
- Abrázalos!
Cuando sea necesario y apropiado.
- Dale elogios.
- No les
haga pasar vergüenza. Si hay un problema que necesita tu atención, hazlo
en privado.
- Habla
bien de ellos delante de la congregación entera y con sus padres
- Ámalos
lo suficiente como para quedarte con ellos como su líder por largo tiempo.
No te vayas en seguido si de repente viene otra “oportunidad” o promoción
de trabajo.
- No le
pida que haga cosas (trabajos) que ellos no te han visto hacer a ti, o que
tu no estés dispuesto/a a ayudarle.
- Nunca
tengas favoritos obvios en el grupo, al contrario, trátelos igual a todos.
- Cuando
ellos están equivocados, no te pongas de acuerdo solo para ganártelo.
Mantente firme en la verdad, aunque ellos no lo entiendan en el momento. déjale
saber que tú tienes amor de carácter fuerte por ellos.
- Es importante
estar allí cuando hay una crisis, como por ejemplo, la muerte de un
allegado; la hospitalizancion; la enfermedad; divorcio u otros problemas
familiares; cuando una jovencita cae y sale en cinta; problemas en la
escuela; cuando no tienen éxito en algo. (y, si, también esto: cuando
terminan con el novio/a)
- Mantén
la confidencialidad. Si un adolescente te dice algo en confianza, tiene
que guardar eso a menos que sea una situación donde la vida de alguien
esta en peligro, o donde hay un abuso. En estos casos tienes que ser
consciente y, por ley, envolver a otros que puedan ayudar.
Todas las cosas que hemos mencionado envuelven el desarrollo
de relaciones con la juventud. Pero, para ser un líder juvenil de éxito, uno
tiene que desarrollar relaciones con los padres, el pastor, los otros líderes
de la Iglesia, incluyendo los líderes que trabajan contigo en el ministerio
juvenil.
Recuerda, el amor y la bondad te ayudaran a desarrollar
una relación saludable en estas áreas. Una formula sencilla es:
A. Informarle a los padres lo que estas
haciendo y háblale bien de sus hijos.
B. Sométete a la autoridad del pastor de la
Iglesia.
C. Respeta el ministerio de los otros líderes,
tus consiervos.
D. Anima y aprecia aquellos que militan
juntamente contigo en el ministerio juvenil; ósea, aquellos que te ayudan.
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