I. Nuestra actitud hacia otros determina la
actitud de ellos hacia nosotros.
El instituto de investigación de Stanford recientemente
reporto lo siguiente: el éxito del trabajo de una persona es 13% conocimiento
del producto que vende, y 87% en tener conocimiento de gente. Ósea, tener la
habilidad de tratar con la gente es algo muy crítico para el éxito Del
ministerio juvenil. Muchos adolescentes se envuelven en pandillas y sectas
porque esos grupos le ofrecen un sentido de “familia” o de “pertenecer” al
grupo. Los adolescentes necesitan modelos que puedan ejemplificar una confianza
positiva de quienes son. Muchos de los juveniles son difíciles para aceptar y
amar, pero con la ayuda de Dios, podemos amarlos y nutrirlos. Tenemos que desarrollar
relaciones saludables con ellos si queremos que ellos nos tengan confianza.
La siguiente “formula” me ha ayudado mucho en el área
de desarrollo de relaciones. Espero que le sirva de ayuda a usted también.
4 principios para mantener una relación saludable:
1. Recuerde su nombre. Los adolescentes no
les importa cuanto sabes hasta que no le demuestres cuanto este interesado por
ellos, o cuanto ellos significan para ti. Es más fácil para algunos que otros
recordar nombres. Es por esto que uno tiene que inventar cosas para ayudar su
memoria. Cuando fui líder de joven en la Iglesia local acostumbraba tomar fotos
con una cámara Polaroid de los nuevos jóvenes en los servicios de los Miércoles,
y las traía conmigo la siguiente semana; Esto me ayudaba a recordar sus
nombres. Los nombres son muy importante para desarrollar una Buena relación.
Por lo general, a todos les gustan escuchar su nombre y se sienten muy bien
cuando un líder le llama por su nombre.
2. Pide su ayuda. Cuando uno le pide a
alguien que le ayude a hacer algo que uno no puede hacer, esto hace sentir al
individuo muy importante. Lo que quiero decir con esto es que la gente le gusta
sentir que ellos son necesitados. Todos tenemos una profunda necesidad de ser
deseado y necesitado. Los adolescentes y los voluntarios en el ministerio
juvenil no son diferente. Ellos quieren tener participación en nuestra vida y
nuestro ministerio. Este concepto puede ser difícil para nosotros los líderes,
especialmente cuando pensamos que tenemos todas las respuestas. Pero Dios
quiere que demostremos humildad. La humildad es muy importante para el desarrollo
de una Buena relación.
3. Reconoce su potencial. Toda persona tiene
valor y Dios le ha dado talentos y habilidades para el beneficio de su reino.
Una gran parte de nuestra actitud esta en como nosotros miramos a otros y como
nos miramos nosotros mismos. Si pensamos mucho de nosotros mismos, pues
tendremos una actitud de presumido. Si tenemos una baja auto estima, no nos
vamos a sentir cómodo con la idea de acércanos a otros por el temor a que nos
“conozcan” y sepan cuales son nuestras debilidades y, como resultado, no nos
quieran. Pero seria Bueno que encontremos algo Bueno en cada persona y le
comuniquemos que si le valoramos.
4. Recompense sus esfuerzos. A todos nos gusta que
la gente reconozca el buen trabajo que estamos haciendo. Lamentablemente, de
alguna forma u otra, casi todos los líderes hemos cometido el error de premiar
el mal comportamiento, y esto causa, a la larga, peor comportamiento.
Pero, cuando reconocemos y premiamos el buen comportamiento del juvenil, le estamos
instando a desarrollar Buenos hábitos y buen comportamiento. Las
relaciones necesitan reconocimientos
saludables de buen comportamientos.
Por David Blair
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