Por lo regular, aquellos que son lideres de jóvenes se esfuerzan para
llegar a nuevos niveles en el ministerio juvenil. Una área que determinara cuan
lejos podemos llegar en el ministerio es nuestra actitud. Pocos líderes
entienden la importancia de tener una Buena actitud. El líder juvenil
constantemente hace decisiones que tienen que ver con su actitud.
Desarrollar relaciones con los
padres de los jóvenes, los pastores, y compañeros del trabajo juvenil, son
solamente algunas de las relaciones cruciales con las cuales nos enfrentamos
diariamente. Las relaciones se desarrollan con el tiempo, no de un día al otro.
La clave principal para desarrollar una Buena relación es nuestra actitud.
Aquellos líderes del ministerio juvenil que sienten no tener habilidades
ministeriales pueden llenar ese vacío con su actitud.
El trabajo diario del ministerio
juvenil no siempre promueve, o ayuda al líder a desarrollar actitudes positivas en su vida. Por ejemplo, los padres
de los juveniles con los cuales trabajamos muchas veces son los últimos en
expresar su agradecimiento por el trabajo que se esta llevando a cabo, pero lo
interesante es que son los primeros en señalar todo lo que esta mal con el
ministerio. Ahora, esto no es así con todos los padres, muchos son de gran
ayuda para líder juvenil. Pero es fácil caer en una situación donde comenzamos
a desarrollar actitudes negativas cuando sentimos que nuestro trabajo no es
Apreciado. Algunas de las áreas que pueden causar estrés en el ministerio
juvenil incluyen falta de dinero para hacer actividades, falta de un lugar adecuado
para reunir la juventud semanalmente, jóvenes que no aprecian lo que se hace a
favor de ellos, y muchas otras cosas. La forma en la cual manejamos estas
circunstancias determina el resultado.
Algunos principios que pueden
ayudar a mantener una Buena actitud, aun en tiempos de dificultad.
I.
Nuestra actitud hacia un proyecto o tarea
determinara el resultado.
La actitud que demostramos cuando vamos a comenzar un proyecto ministerial determinará
el resultado final. Seria Bueno
hacerse la siguiente pregunta antes de comenzar/enfrentar una tarea: cual es mí
acostumbrada actitud al principio de una nueva experiencia?
A. Entusiasmo-“Estoy muy deseoso/a por
comenzar,,,”
B. Cauteloso-“Voy a esperar para ver como me
va.”
C. Negativo-“No quiero hacer esto.”
A veces entramos en un área
nueva de ministerio con una actitud negativa,
o con MUCHA precaución. Este tipo de
actitud se transmite a las personas que nos rodean. Como lideres, queremos
asegurarnos que los miembros de nuestro equipo estén con nosotros cuando
logramos las metas ministeriales que nos proponemos. Es por eso que no podemos
darnos el lujo de ser indecisos, o tener una actitud vacilante, y esperar que
otros, como los miembros de nuestro equipo, pelear y luchar por nuestros sueños
y metas ministeriales.
Una actitud positiva es
necesaria para establecer el tono para el proyecto o tarea que tenemos por
delante. Tengan por seguro que habrá muchas personas con actitudes negativas o
que presentaran varias razones por la cual “X” tarea no se puede llevar a cabo.
Nuestros jóvenes tienen muchos ‘modelos’ que imparten influencia negativa a sus
vidas. Como lideres cristianos, Dios nos ha dado la habilidad de mirar lo Bueno
y lo positivo en las cosas que otros dicen no se puede hacer. Aquello que
parece ser imposible para nosotros, es solo una posibilidad mas para Dios
bendecirnos y bendecir nuestro ministerio.
William James dice, “El
descubrimiento mas grande que ha hecho mi generación es que los seres humanos
pueden cambiar su vida cuando cambian su actitud.” Podemos lograr muchas cosas
cuando comenzamos con un marco de referencia positivo.
Por David Blair
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