jueves, 17 de marzo de 2016

COMO ACONSEJAR ADOLESCENTES (parte 1)


La buena Conserjería, especialmente cuando se trata de adolescentes, requiere más que “un deseo de ayudar.” La motivación sana tiene que estar combinada con un buen entendimiento del adolescente que necesita ser aconsejado.
     Conocer al juvenil requiere también conocimiento y entendimiento de sus necesidades, sus valores, y los cambios que están experimentando. Esto puede ser especialmente difícil porque el adolescente esta pasando por una etapa rápida de cambio emocional y fisiológico.

¿Qué es normal para el adolescente?
     A causa de los tremendos cambios que están ocurriendo durante el tiempo de la adolescencia, es normal que un juvenil experimente cambios de humor de forma dramática. Un día el/ella se puede encontrar “en la montaña” y todo esta bien. Pero de repente, al día siguiente, sin ninguna razón legitima, se puede encontrar “en el valle” y sentirse como no vale la pena vivir.
     Mientras algunos miran estos cambios de humor como síntomas de serios problemas emocionales, muchos especialistas, incluyendo al muy respetado Psicólogo Cristiano Dr. James Dobson, están diciendo que una gran cantidad del estrés y agotamiento de la adolescencia es normal y causada primordialmente por los cambios de hormona del cuerpo. La clave para el consejero esta en tener la habilidad de saber cual es la diferencia entre aquello que es normal y pasajero y aquello que es patológico y por lo tanto requiere ayuda extensa. 
     Aunque no nos guste, tarde o temprano el adolescente va a cuestionar los valores que se les han enseñado. Si queremos que ellos se hagan ‘dueños’ de los valores Cristianos, tenemos que entender que, por lo regular, ellos tienen que llegar a un punto en su vida donde pueden decir que saben lo que creen porque cuestionaron y analizaron, no sólo porque así se lo dijeron. Muchas personas aprenden cuando cuestionan y, dentro de lo razonable, esto no es peligroso o insalubre. La clave esta en cuestionar sin rechazar la verdad o aislar aquellas personas que de todo corazón solo quieren lo mejor para ellos.
     Es posible que el tiempo de la vida cuando mas uno es influenciado por sus compañeros, sea durante el tiempo de la adolescencia. El fuerte deseo de ser aceptado por otros, y de separarse de esa ‘dependencia’ de sus padres,  muchas veces hace que el adolescente busque apoyo entre sus compañeros. A causa de su música, su forma de vestir, y su estilo de vida la tentación que el adolescente siente de “seguir e imitar” al grupo es grande.
    A veces es difícil saber bien cuando es que un adolescente esta manifestando síntomas de desorden emocional, y cuando esta sencillamente pasando por las etapas normales del desarrollo de la adolescencia. El caos y la polarización frecuentemente caracterizan este período.

Que quieren ver los adolescentes en el consejero
     Una encuesta de miles de jóvenes revelo un sin numero de cosas que el adolescente desea ver en el consejero. Lo preocupación mayor es que los adolescentes desean un consejero que le entienda como persona y esta al tanto de las cosas que a ellos les esta sucediendo. Muchos jóvenes se sienten tan aislado de los adultos que ellos cuestionan/dudan que el mundo de los adultos verdaderamente entiende lo que ellos están sintiendo y cuales son sus circunstancias.
  Los adolescentes valoran grandemente al consejero que esta dispuesto a escucharles. Alguien que enfoque su atención en ellos y este dispuesto a escuchar no tan solo lo que ellos están diciendo, sino también lo que ellos están sintiendo, es mas importante que una persona que solo desea hablar y dar mucha conserjería.
     La encuesta descubrió que los adolescentes fueron específicos cuando manifestaron que ellos reciben mas ayuda de parte de un consejero que le pueda animar, que de un consejero que solo se enfoca en los problemas. Aparentemente, los juveniles se sienten resentidos cuando constantemente le recordamos sus fallas, y prefieren que se les reafirme sus áreas fuertes. También prefieren un consejero que no sea ‘juzgan’ en su actitud. Una actitud mas positiva, como la que hemos mencionado, tiene el potencial de desarrollar una buena relación de ‘consejero-cliente’ en la cual el adolescente esta mas dispuesto a hablar de sus problemas y sus preocupaciones.
     Finalmente, los adolescentes quieren que los consejeros guarden las cosas de carácter confidencial. Si el juvenil no cree que puede confiar en ti, no te va a hablar, y mucho menos te dirá cosas de su intimidad o de áreas sensibles de su vida. No obstante, información que uno sabe puede causar daño al individuo que esta aconsejando u otra persona, tal como una situación de suicidio, tiene que ser compartida con la persona apropiada.

Trampas a evitar cuando estas dando conserjería a un adolescente
     La mayoría de los ministros, especialmente los predicadores, son expertos en hablar. Una gran parte de lo que hacen incluye la proclamación de la palabra o la enseñanza de las escrituras. Aunque es verdad que la conserjería Cristiana envuelve la enseñanza de los valores y las habilidades sociales, sermonear y moralizar no son cosas que funcionan muy bien cuando se trata de adolescentes.  Cualquier ayuda que se ofrezca al juvenil a través de la conserjería necesita hacerse a través de una relación de confianza y respeto. Sermonear y señalar con juicio son cosas que serán rechazadas por el adolescente, aun antes de uno tener la oportunidad de ofrecer ayuda.
     Otra trampa que se debe de evitar cuando se le esta dando conserjería a un adolescente es discutir con el/ella. Muchos juveniles tienen la habilidad de hacer que el adulto o se sienta amenazado o se ponga a la defensiva. Discutir o argumentar con ellos, aun cuando tu sabes que tienes las razón y el/ella esta completamente equivocado/a puede hacer mas daño que bien.  Ahora bien, exponer de nuevo el conflicto o problema usando las mismas palabras del adolescente puede servir de ayuda. No caiga en la situación de ‘atraparlo/a en una esquina’ donde sus únicas alternativas son darte la razón o rebelarse en contra de ti.
     Muchos adolescentes tienen actitudes y comportamientos tan negativos y defensivos, que francamente es difícil hasta quererlos. Con frecuencia se ‘esconden’ detrás de una mascara de fortaleza y una actitud de ‘sábelo todo’ que los hace odiosos e insoportables. Pero si quieres ser efectivo ayudando a los adolescentes, tienes que mirar más allá del comportamiento de la superficie para ver el llanto interior. Ellos necesitan tu ayuda y en lo más profundo quieren tu ayuda, aun cuando aparentan ser indiferentes o resistentes.

Un modelo sencillo para la conserjería a los adolescentes
     Existen muchos modelos de conserjería y probablemente no hay un modelo que sea correcto para todos los consejeros y apropiado para todas las circunstancias. Lo importante es recordar que uno necesita un modelo que sea de sana doctrina y con el cual uno se sienta cómodo.
     La mayoría de los métodos seculares están en bancarrota y básicamente no son efectivos porque ellos no entienden la naturaleza del hombre y su condición humana. Por lo tanto, habiendo errado en su diagnostico del problema, su solución es incompleta e inefectiva. El Dr. Lawrence Crabb ha desarrollado un modelo de conserjería que llena dos requisitos importantes: 1. Esta de acuerdo con la sana doctrina; y 2. es adaptable cuando se esta aconsejando al adolescente (Crabb, Effective Biblical Counseling: A Model for Helping Caring Christians become Capable Counselors, Zondervan, 1977). En su tesis propone que el problema del hombre es el resultado del pensamiento pecaminoso y negativo. El pensamiento errado lleva al comportamiento problemático y esto resulta en sentimientos pecaminosos. Cuando se identifica el comportamiento y el pensamiento problemático entonces el consejero podrá desarrollar un plan de tratamiento, o ayuda, para el adolescente.


                                                                 Por Paul Duncan

No hay comentarios:

Publicar un comentario