La buena Conserjería, especialmente cuando se trata de adolescentes,
requiere más que “un deseo de ayudar.” La motivación sana tiene que estar
combinada con un buen entendimiento del adolescente que necesita ser
aconsejado.
Conocer al juvenil requiere
también conocimiento y entendimiento de sus necesidades, sus valores, y los
cambios que están experimentando. Esto puede ser especialmente difícil porque
el adolescente esta pasando por una etapa rápida de cambio emocional y fisiológico.
¿Qué es normal para el
adolescente?
A causa de los tremendos cambios
que están ocurriendo durante el tiempo de la adolescencia, es normal que un
juvenil experimente cambios de humor de forma dramática. Un día el/ella se
puede encontrar “en la montaña” y todo esta bien. Pero de repente, al día
siguiente, sin ninguna razón legitima, se puede encontrar “en el valle” y
sentirse como no vale la pena vivir.
Mientras algunos miran estos
cambios de humor como síntomas de serios problemas emocionales, muchos
especialistas, incluyendo al muy respetado Psicólogo Cristiano Dr. James
Dobson, están diciendo que una gran cantidad del estrés y agotamiento de la
adolescencia es normal y causada primordialmente por los cambios de hormona del
cuerpo. La clave para el consejero esta en tener la habilidad de saber cual es
la diferencia entre aquello que es normal y pasajero y aquello que es
patológico y por lo tanto requiere ayuda extensa.
Aunque no nos guste, tarde o
temprano el adolescente va a cuestionar los valores que se les han enseñado. Si
queremos que ellos se hagan ‘dueños’ de los valores Cristianos, tenemos que
entender que, por lo regular, ellos tienen que llegar a un punto en su vida donde
pueden decir que saben lo que creen porque cuestionaron y analizaron, no sólo
porque así se lo dijeron. Muchas personas aprenden cuando cuestionan y, dentro
de lo razonable, esto no es peligroso o insalubre. La clave esta en cuestionar
sin rechazar la verdad o aislar aquellas personas que de todo corazón solo
quieren lo mejor para ellos.
Es posible que el tiempo de la
vida cuando mas uno es influenciado por sus compañeros, sea durante el tiempo
de la adolescencia. El fuerte deseo de ser aceptado por otros, y de separarse
de esa ‘dependencia’ de sus padres,
muchas veces hace que el adolescente busque apoyo entre sus compañeros.
A causa de su música, su forma de vestir, y su estilo de vida la tentación que
el adolescente siente de “seguir e imitar” al grupo es grande.
A veces es difícil saber bien
cuando es que un adolescente esta manifestando síntomas de desorden emocional,
y cuando esta sencillamente pasando por las etapas normales del desarrollo de
la adolescencia. El caos y la polarización frecuentemente caracterizan este
período.
Que quieren ver los
adolescentes en el consejero
Una encuesta de miles de jóvenes
revelo un sin numero de cosas que el adolescente desea ver en el consejero. Lo preocupación
mayor es que los adolescentes desean un consejero que le entienda como persona
y esta al tanto de las cosas que a ellos les esta sucediendo. Muchos jóvenes se
sienten tan aislado de los adultos que ellos cuestionan/dudan que el mundo de
los adultos verdaderamente entiende lo que ellos están sintiendo y cuales son
sus circunstancias.
Los adolescentes valoran
grandemente al consejero que esta dispuesto a escucharles. Alguien que enfoque
su atención en ellos y este dispuesto a escuchar no tan solo lo que ellos están
diciendo, sino también lo que ellos están sintiendo, es mas importante que una
persona que solo desea hablar y dar mucha conserjería.
La encuesta descubrió que los
adolescentes fueron específicos cuando manifestaron que ellos reciben mas ayuda
de parte de un consejero que le pueda animar, que de un consejero que solo se
enfoca en los problemas. Aparentemente, los juveniles se sienten resentidos
cuando constantemente le recordamos sus fallas, y prefieren que se les reafirme
sus áreas fuertes. También prefieren un consejero que no sea ‘juzgan’ en su
actitud. Una actitud mas positiva, como la que hemos mencionado, tiene el
potencial de desarrollar una buena relación de ‘consejero-cliente’ en la cual
el adolescente esta mas dispuesto a hablar de sus problemas y sus
preocupaciones.
Finalmente, los adolescentes
quieren que los consejeros guarden las cosas de carácter confidencial. Si el
juvenil no cree que puede confiar en ti, no te va a hablar, y mucho menos te dirá
cosas de su intimidad o de áreas sensibles de su vida. No obstante, información
que uno sabe puede causar daño al individuo que esta aconsejando u otra persona,
tal como una situación de suicidio, tiene que ser compartida con la persona
apropiada.
Trampas a evitar cuando
estas dando conserjería a un adolescente
La mayoría de los ministros, especialmente los predicadores, son expertos
en hablar. Una gran parte de lo que hacen incluye la proclamación de la palabra
o la enseñanza de las escrituras. Aunque es verdad que la conserjería Cristiana
envuelve la enseñanza de los valores y las habilidades sociales, sermonear y
moralizar no son cosas que funcionan muy bien cuando se trata de
adolescentes. Cualquier ayuda que se
ofrezca al juvenil a través de la conserjería necesita hacerse a través de una relación
de confianza y respeto. Sermonear y señalar con juicio son cosas que serán
rechazadas por el adolescente, aun antes de uno tener la oportunidad de ofrecer
ayuda.
Otra trampa que se debe de
evitar cuando se le esta dando conserjería a un adolescente es discutir con
el/ella. Muchos juveniles tienen la habilidad de hacer que el adulto o se
sienta amenazado o se ponga a la defensiva. Discutir o argumentar con ellos,
aun cuando tu sabes que tienes las razón y el/ella esta completamente
equivocado/a puede hacer mas daño que bien.
Ahora bien, exponer de nuevo el conflicto o problema usando las mismas
palabras del adolescente puede servir de ayuda. No caiga en la situación de
‘atraparlo/a en una esquina’ donde sus únicas alternativas son darte la razón o
rebelarse en contra de ti.
Muchos adolescentes tienen
actitudes y comportamientos tan negativos y defensivos, que francamente es difícil
hasta quererlos. Con frecuencia se ‘esconden’ detrás de una mascara de fortaleza
y una actitud de ‘sábelo todo’ que los hace odiosos e insoportables. Pero si
quieres ser efectivo ayudando a los adolescentes, tienes que mirar más allá del
comportamiento de la superficie para ver el llanto interior. Ellos necesitan tu
ayuda y en lo más profundo quieren tu ayuda, aun cuando aparentan ser
indiferentes o resistentes.
Un modelo sencillo para la conserjería
a los adolescentes
Existen muchos modelos de conserjería y probablemente no hay un modelo que
sea correcto para todos los consejeros y apropiado para todas las
circunstancias. Lo importante es recordar que uno necesita un modelo que sea de
sana doctrina y con el cual uno se sienta cómodo.
La mayoría
de los métodos seculares están en bancarrota y básicamente no son efectivos porque
ellos no entienden la naturaleza del hombre y su condición humana. Por lo
tanto, habiendo errado en su diagnostico del problema, su solución es
incompleta e inefectiva. El Dr. Lawrence Crabb ha desarrollado un modelo de conserjería
que llena dos requisitos importantes: 1. Esta de acuerdo con la sana doctrina;
y 2. es adaptable cuando se esta aconsejando al adolescente (Crabb, Effective
Biblical Counseling: A Model for Helping Caring Christians become Capable
Counselors, Zondervan, 1977). En su tesis propone que el problema del hombre es
el resultado del pensamiento pecaminoso y negativo. El pensamiento errado lleva
al comportamiento problemático y esto resulta en sentimientos pecaminosos. Cuando
se identifica el comportamiento y el pensamiento problemático entonces el
consejero podrá desarrollar un plan de tratamiento, o ayuda, para el
adolescente.
Por
Paul Duncan
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