Hay varios métodos de consejería que pueden ayudar en el
trabajo al consejero. Aunque este no es un tratado extensivo de consejería,
enumeraremos algunos métodos de los más populares y de más fácil aplicación en
la pastoral juvenil.
1. La Técnica Directiva
En esta técnica el consejero es el
centra de la situación. El escucha el problema y en base a su conocimiento y habilidad prescribe el curso de acción
que al aconsejado debe seguir. Esto hace al consejero la única
autoridad, y el aconsejado depende del consejo y receta que le dé el consejero.29
Uno de los problemas con este método
es que la persona con los problemas hace muy poco o nada para encontrar la solución a sus problemas.
2. La Técnica no Directiva
En la consejería no directiva el centra es el aconsejado.
El consejero pone sobre el aconsejado la responsabilidad de dirigir la conversación
a su propio paso y de acuerdo a sus propios intereses y sentimientos. En este
cuadro de referencia, el aconsejado dice solo lo que él quiere admitir y se
dirige a sus
propias metas de la manera que a él le conviene. El problema con este método es
que cuando se (leva hasta
lo último, puede crear repetición y desintegración. El aconsejado puede llegar
a frustrarse de escuchar el eco de sus propias palabras en el consejero.
3. Paciente Céntrico
Carl Rogers propone una alternativa a este método él lo
llama Paciente Céntrico. El consejero no permanece enteramente pasivo, sino que
dirige en forma atinada al aconsejado y esta alerta a encontrar el significado más
profundo—lee
entre líneas—de lo
que está expresando. Le ayuda a clarificar cuestiones, busca alternativas y
coopera en la búsqueda de las soluciones y anima al aconsejado a actuar en
aquello que se ha encontrado. Se puede decir que esta alternativa es una combinación
de) ambos métodos, el no directivo
y el directivo.
4. La Tercera Dimensión
Finalmente para terminar con las técnicas de consejería,
Paul L. Walker habla de un método que él llama "La tercera Dimensión." Esto
es, dice el la obra creativa del Espíritu Santo, el cual está disponible al consejero cristiano. En esta esfera, el consejero
ni se ve como la autoridad o el sanador, ni ve al aconsejado como la autoridad.
El ve al Espíritu Santo como la última autoridad que puede realizar milagros en
cualquier circunstancia.31
Así que en vez de ser una relación bidimensional entre el consejero y el cliente,
el consejero cristiano ve una relación
tridimensional entre el, el aconsejado y Dios. La Biblia, la oración, la adoración,
la meditación etc. vienen a ser parte del proceso terapéutico para la vida de
la persona en necesidad.
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