La personalidad, "es la suma total de todas aquellas cualidades que constituyen la vida de un individuo". Se ha dicho que la personalidad es meramente el grado hasta el cual la persona ha desarrollado sus hábitos, habilidades, y cualidades que interesan y sirven a otras gentes.
Por lo tanto, un Líder sabio tiene este objetivo: desarrollar el tipo de personalidad que más contribuya a su efectividad, que haga que sus asociados, o estudiantes cooperen, y él sea del agrado de ellos y que sobre todo, glorifique a su Señor.
El líder que posee una buena personalidad no es el que se para delante de la gente para impresionarla, no es el que solamente posee la habilidad de conseguir que la gente haga las cosas, sino que el posee esas cualidades intangibles que elevan a sus compañeros, su trabajo, y a sí mismo. Nótese la lista continuación. Observe como cada cualidad se aplica a alguna área particular de su personalidad.
Personalidad con relación sus Compañeros
Amigable
Comprensivo
Persuasiva
Cortes
Cortes
Amable
Pacifico
Discreta
Discreta
Leal
Tolerante
Paciente
Paciente
Perdonador
Justo
Posiblemente, la característica de la personalidad que más se necesita en su trabajo es discreción para con sus compañeros. La discreción, es la habilidad de tratar con personas o “situaciones difíciles". Es esa forma amable de actuar y de expresarse, que demuestra amor cristiano y consideración. Sin discreción, el liderazgo no es efectivo, ningún programa es seguro.
Otra característica difícil de cultivar es la paciencia. Sea paciente con aquellos que son lentos para aprender, para responder al desafío, para aceptar nuevas ideas y para aceptar nuevas normas. Acepte a aquellos que trabajan con usted y demuestre una actitud comprensiva hacia ellos.
Una característica indispensable para su trabajo es el entusiasmo. El escritor Brisbane dice, "El entusiasmo es la fuerza que nos motiva, es anhelo, intensidad, interés y celo de mente". El entusiasmo es contagioso—apresura el pulso, despierta la imaginación y levanta el ánimo conformista va pasándose de uno a otro, el entusiasmo es una cualidad desafiante.
Quizás, la característica más importante en relación a usted mismo es la amplitud de mentalidad. Debe recibir nuevas ideas y usarlas cuando sean apropiadas y en el tiempo oportuno, dando el crédito a quien lo merezca. Esta característica ayuda al cambio; y el aceptar el cambio es indispensable para el progreso.
Personalidad con Relación a su
Trabajo
Paciente Positivo Optimista
Valeroso Leal Confiable
Persistente Consagrado Visionario
Puntual Vigoroso Original
Estudioso Iniciador Entusiasta
Valeroso Leal Confiable
Persistente Consagrado Visionario
Puntual Vigoroso Original
Estudioso Iniciador Entusiasta
‘Personalidad
con Relación a si Mismo
Modesto Con
sentido del humor Justo
Mentalidad abierta Confianza en sí mismo Flexible
Mentalidad abierta Confianza en sí mismo Flexible
Posiblemente, la característica de la personalidad que más se necesita en su trabajo es discreción para con sus compañeros. La discreción, es la habilidad de tratar con personas o “situaciones difíciles". Es esa forma amable de actuar y de expresarse, que demuestra amor cristiano y consideración. Sin discreción, el liderazgo no es efectivo, ningún programa es seguro.
Otra característica difícil de cultivar es la paciencia. Sea paciente con aquellos que son lentos para aprender, para responder al desafío, para aceptar nuevas ideas y para aceptar nuevas normas. Acepte a aquellos que trabajan con usted y demuestre una actitud comprensiva hacia ellos.
Una característica indispensable para su trabajo es el entusiasmo. El escritor Brisbane dice, "El entusiasmo es la fuerza que nos motiva, es anhelo, intensidad, interés y celo de mente". El entusiasmo es contagioso—apresura el pulso, despierta la imaginación y levanta el ánimo conformista va pasándose de uno a otro, el entusiasmo es una cualidad desafiante.
Quizás, la característica más importante en relación a usted mismo es la amplitud de mentalidad. Debe recibir nuevas ideas y usarlas cuando sean apropiadas y en el tiempo oportuno, dando el crédito a quien lo merezca. Esta característica ayuda al cambio; y el aceptar el cambio es indispensable para el progreso.
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