La consejería es uno de los aspectos más importantes de la pastoral juvenil. Como ya hemos mencionado anteriormente, la etapa juvenil es una de cambios, dudas y preguntas. Los jóvenes necesitan un amigo, un consejero que los ayude a pasar por esos momentos difíciles. En su libra Counseling Youth Paul L. Walker define la consejería juvenil como "el proceso en el cual un adulto interesado en el joven, toma tiempo para escuchar los problemas de este, y juega un papel de apoyo mientras se buscan posibles soluciones al problema"
Principales áreas de Problemas para los jóvenes:
Problemas emocionales Ansiedad
Conducta delincuente
Culpabilidad
Problemas espirituales
Temor
Aceptación
Depresión
Relaciones con los Padres
Tendencias suicidas
Relaciones con los amigos
Búsqueda de identidad
Noviazgo
Problemas sexuales
Aunque no todos somos consejeros profesionales, los jóvenes buscaran a aquellas personas que estén dispuestas a escucharles. En este grupo indudablemente estarán incluidos pastores, lideres juveniles, maestros de escuela dominical. Los siguientes principios de consejería se proveen con el fin de proporcionar una introducción a esta área tan importante de la pastoral juvenil, y despertar un deseo por profundizar más en este campo.
En primer lugar, un joven vendrá a buscar consejo con aquella persona que el sienta confianza y que crea que no lo va a defraudar. Es importante entonces que los lideres juveniles, los pastores y demás personal envuelto en la pastoral juvenil se acerquen a los jóvenes no como quien tiene autoridad o dominio sobre ellos. Sino más bien como el amigo que inspira confianza. Una vez que se ha ganado la confianza del joven es más fácil que este se abra y busque el consejo de ese amigo. Muchas veces los adultos no inspiran confianza a los jóvenes y esa es la razón por la que no se acercan a ellos. En una encuesta reciente Nevada a cabo entre jóvenes del área urbana y del área rural, encontramos que de cada diez jóvenes solamente dos acudían a una persona adulta para pedir un consejo o simplemente hablar con ellos sobre sus problemas. Los otros ocho acudían a sus compañeros de la misma edad. Señalando que sentían más confianza con sus campaneros que con sus padres, el pastor u otra persona adulta.
En segundo lugar, es importante mantener en mente que la consejería pastoral no es darle una serie de consejos al joven que viene en busca de ayuda, sino buscar opciones juntos y permitir que el joven decida el curso a tomar.
Muchas veces lo que los jóvenes necesitan es una persona que les escuche. Ellos necesitan expresar sus emociones y sentimientos y en ocasiones no hay necesidad de decir mucho, y al terminar, el joven se siente mucho mejor porque tuvo un oído atento y que se interesó él.
En general el proceso de consejería conlleva los cinco pasos siguientes:
1. El problema o problemas se discuten entre el consejero y el aconsejado
2. El consejero y el aconsejado encaran el problema juntos
3. Se busca un nuevo entendimiento, mientras que el consejero (lleva al aconsejado a la clarificación de sus sentimientos y a la determinación de alternativas.
4. El aconsejado asume nuevas responsabilidades, cuando decide por sí mismo la acción apropiada a seguir.
5. El objetivo final de la consejería es conseguir soluciones creativas, y resoluciones integras a los problemas y necesidades.