El pastor y los Jóvenes

El pastor es la persona clave en una iglesia local. Su ministerio entre los jóvenes es clave no ; solamente para el presente de la iglesia sino para el futuro de ella también.

El Señor Warren W. Wiersbe en su folleto titulado El Pastor y Su Ministerio entre la Juventud, dice que hay cinco actitudes clásicas hacia los jóvenes. Estas actitudes salen de la parábola del Buen Samaritano.

1. Son víctimas que explotar. "Si hubieras venido el domingo pasado nuestro numero hubiera sido mayor".
2. Estorbos que evadir. "Los adolescentes y los jóvenes son muy difíciles y además no producen nada".
3. Son clientes que servir. "Si cooperas conmigo yo coopero contigo".
4. Problemas que discutir. El grupo de jóvenes es el más discutido y estudiado especialmente en cuanto a delincuencia y mala conducta se refiere.
5. Son personas a las que hay que amar y ayudar no importando el costo.

Esta última actitud debe ser la actitud de los pastores hacia los jóvenes, una de aceptación y amor tal: como son, abriendo su corazón para amarlos y entenderlos a pesar de lo difíciles que son. Ayudándoles a crecer, tanto física como espiritualmente, participando con ellos en sus reuniones, conversando con ellos y desafiándolos a vivir una vida cristiana efectiva.

Otra forma como el pastor puede mostrar su interés por los jóvenes es promoviendo el apoyo financiero de la iglesia hacia el ministerio juvenil en todos los aspectos.

Jesucristo cuando probo a Pedro en su grado de compromiso hacia el después de preguntarle tres veces que si lo amaba, lo cargo con la responsabilidad de "apacienta mis corderos... pastorea mis ovejas". En esta forma el Señor Jesús estaba apuntando dos aspectos importantes del ministerio:

1) que el amor es la base motivaciónal y que todas las edades deben ser incluidas en este cuidado pastoral. De hecho yo quiero pensar que el uso de la palabra "cordero" se está refiriendo a los más jóvenes.

Muchas veces el pastor se ve como el líder de los adultos solamente y siente que su responsabilidad primaria es hacia ellos. Es cierto que ellos son los que cargan con la responsabilidad financieras de la iglesia y que los jóvenes no aportan mucho en ese sentido, pero si no se cultivan y se cuidan a esa edad, quizás no se queden en la iglesia para ser adultos que apoyen y ayuden a la iglesia en el futuro.

En una lista de diez razones por las cuales algunas iglesias pierden a sus jóvenes se mencionan dos en relación a los pastores:

2) Falta de preocupación pastoral, falta de apoyo y animo a los jóvenes y

3) se deja a los jóvenes solos en la planeación de sus servicios y programas. En ocasiones se les deja solos hasta en los servicios, están descuidados. La iglesia necesita pastores que estén genuinamente interesados en la juventud.